Esta claro que este es uno de los viajes míticos para cualquier aficionado europeo. Y no tiene mas remedio, por muchas razones: carreteras de primera generalmente, muy apropiadas para divertirse en moto, paisajes de vértigo, tiempo no caluroso a pesar de estar en verano, ....
En mi caso, dado que tenía que atravesar España, quizás hubiesen sido recomendables tres o cuatro días mas, y poder visitar también el norte de Suiza. Pero , pensándolo bien, siempre es mejor dejarse algo por ver para volver en otra ocasión.
La moto tuvo un comportamiento intachable, no tosió ni una vez, incluso la cadena llegó tan tensada como cuando me fui (eso sí, la engrasaba todos los días). Con las maletas Givi V35 y la maleta sobre asiento, iba "sobreequipado". Si hubiese querido podía haber prescindido de esta última, pero claro, no llevaría tantas comodidades.
Fue un viaje en solitario, y creo que eso le dio mas encanto si cabe. El temor de ir solo desapareció el primer día. A fin de cuentas iba a viajar por Europa, y no por un país del tercer mundo sin infraestructuras. Por contra, la diversión de charlar con los compañeros sobre las vivencias del día al final de la jornada se perdía.
Gran parte del éxito del viaje se debió que fue planificado con bastante anterioridad, y el estudio previo de los mapas fue intenso, así como la lectura de otras crónicas de compañeros, seleccionando lo que me interesaba para no perderme por carreteras hacia ningún sitio.
El compañerismo entre los motoristas en ruta en la zona era grande, era frecuente que se parasen si te veían en un arcén ( a mí cada dos por tres, cuando hacía fotos), o que intentasen hablar contigo aún en otro idioma para comentar cualquier cosa.
En resumidas cuentas, un viaje necesario para cualquier aficionado a las motos
Vssssssssssssssssssssssssssss