Otro día mas, despues del Stelvio, este día quería tomarlo con relax. De hecho así fue, sobre todo al final de la jornada con el incomparable Lago Maggiore y Lago Como. El día amaneció fresco para variar y con un "si llueve-no llueve" en Livigno.
Para empezar el paso del Bernina, solitario y húmedo, la imagen de la lengua de hielo en la cima era espectacular.
Despues, de nuevo rodando por estupendas carreteras, llegada a Sant Moritz, bella ciudad, con lago a sus pies, y donde desde luego hay gente con dinero...
Posteriormente a Julierpass, un puerto tranquilo, pero que me gusto mucho, tenía un aspecto un poco "desértico", en cuanto que no pasaba nadie, excepto los grupos de ciclistas y alguna moto de vez en cuando:
A partir de aquí la lluvia se puso sería, y me cayó todo lo que me había perdonado en días atrás. El ascenso al Bernardino me lo pensé dos veces. Finalmente me decidí a ello, pero fue duro. La carretera de ascenso era buena pero muy estrecha, y subiendo llegué a pensar que me había equivocado en la decisión. Mientras ascendía encontré a unos cuantos ciclistas, debían estar mas locos que yo, incluso a uno, que en un pequeño triciclo-remolque, llevaba a su hijo; una auténtica locura, la visibilidad era mínima. La lluvia me impidió tomar fotos, durante la subida y la bajada, solo arriba. La bajada fue peor incluso, arreciaba fuerte la lluvia, el frío era intenso, y había bruma. Vamos, todo lo que no me gusta cuando voy en moto.
Aperitivo en lo alto, un sandwich con una rodaja de pepinillo encima ¿?¿?
A partir de aquí no me abandonó el agua hasta Verbania, destino final, con lo que no hay mucho que contar de la ruta. Apenas paré, y me dediqué a ir tranquilo. Para colmo, en los accesos al Lago Maggiore, me pille un atasco de escándalo...La cosa solo se tranquilizó cuando llegue al lago, la lluvia cesó, y pude disfrutar de la zona, una auténtica maravilla que merece quedarse un par de días disfrutando de las orillas del lago, sus pueblos y el maravilloso paisaje. Una vez en el hotel, me quité la ropa de agua, me vestí de civil, me puse la cazadora de verano, y dí un buen paseo por la zona.
Una de las mansiones de la zona (las había mucho mas grandes, pero estaban en las alturas de los montes que rodean el lago):
El lago, a media tarde:
Cannero Rivero, un pueblo precioso:
Y el premio a la jornada:
A pesar de la lluvia, el paseo por el lago en moto desde la tarde hasta la noche mereció el día, y el ascenso al Bernardino, con su dureza, fue interesante (porque salió todo bien, claro)
Después de la pizza de arriba (buenísima), bordeé el lago de noche hasta llegar al hotel. Fantástico.
Alojamiento:
Hotel Beata Giovannina, 45 euros, aparcas en la puerta sin problema. Tienes que pillar la moto para acercarte a los pueblos alrededor del lago pero merece la pena. Esta en la propia orilla del lago, tiene un restaurante italiano en su planta baja, y el sitio me encantó
http://www.booking.com/hotel/it/beata-giovannina.es.html?aid=311090;label=beata-giovannina-JYDDLmPAu3Y4P8PHVPCJTQS11509724220;ws=&gclid=CPGC6uHxgrECFRMgtAodmVZGiA
Hotel Beata Giovannina, 45 euros, aparcas en la puerta sin problema. Tienes que pillar la moto para acercarte a los pueblos alrededor del lago pero merece la pena. Esta en la propia orilla del lago, tiene un restaurante italiano en su planta baja, y el sitio me encantó
http://www.booking.com/hotel/it/beata-giovannina.es.html?aid=311090;label=beata-giovannina-JYDDLmPAu3Y4P8PHVPCJTQS11509724220;ws=&gclid=CPGC6uHxgrECFRMgtAodmVZGiA
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