Hola a todos, llevo
meses diciendo que voy a escribir esta crónica, pero bueno, será que la
nostalgia de que hace casi un año ya del viaje, por fin me he puesto la pilas y
comienzo a redactar.
Una de las principales razones para hacerlo, es intentar ayudar y animar, igual que lo hicieron conmigo en su día tantas páginas de internet, a aquellos que quieran realizar este viaje.
Una de las principales razones para hacerlo, es intentar ayudar y animar, igual que lo hicieron conmigo en su día tantas páginas de internet, a aquellos que quieran realizar este viaje.
Los Alpes en moto
son el viaje soñado para muchos, y es comprensible. Tiene buenísimas carreteras,
mucho ambiente motero, paisajes de impresión, y también es aventura. Si pudiera
volvería mañana mismo. Es una experiencia impresionante para los aficionados a
la moto, pero también en lo personal. Al menos para
mí.
Llevaba ya tiempo
rondando el asunto, en el 2009 un viaje estupendo a los Pirineos me sirvió de
antesala.
Como en aquella
ocasión, el viaje lo hice solo, sin pasajero ni otra compañía de moto. Mi
habitual compañero de ruta, tenía un verano complicado. Yo sabía que era este o
tardaría en volver a tener disponibilidad. Así que lo dicho, ahora o nunca,
quien dijo miedo?
Desde Enero ya
estaba con los preparativos, al menos mentales, de todo el viaje. Me compré
mapas de Suiza, “tuneé” el Gps con los mapas de Europa, hice una buena criba por
internet, etc....Ciertamente se disfruta tanto de los preparativos como del
viaje en sí. Barajé todas las posibilidades y fechas, y finalmente tomé la
decisión. Me marcharía un Viernes final de Julio, y volvería diez días después.
Se me olvidaba: salía desde Sevilla, con lo que cuatro días serían de comer
autovía en la ida y en la vuelta, que pereza....pero bueno, es lo que
tiene.
Como en otras
ocasiones, pensé en pegarme dos grandes “zancadas”, hasta llegar a las puertas
de los Alpes, y una vez allí, con las rutas mas o menos prefijadas, cada día
dormir en un sitio, y a la vuelta idem
de idem.
En cuanto al
equipaje, grandes dudas. Había leído de todo, gente que se había pelado de frio,
otros asados de calor. Estaba claro que el clima era variable, pero eso sí, en
las cimas de los puertos de montaña hace frío. Así que aprovechando que iba
sobrado de sito por ir solo, me lleve la cordura de invierno (sin forro), y una
cazadora de verano agujereada para atravesar la península. Por supuesto mono de
lluvia, y guantes de verano y de invierno. La botas, las impermeables que suelo
utilizar hasta bien entrada la primavera.
Como elementos de
“por si acaso”: reparapinchazos de gusano, linterna, bridas, cinta americana,
soldadura plástica en tubo (que invento), chaleco reflectante,
....
Como equipaje
“civil”, un par de pantalones, ropa interior desechable (o sea, una vez usados,
los tiras para no cargar con ella de vuelta),
unos zapatos de calle, un par de sudaderas,
...
Además los
consabidos cargadores, maquina de fotos, móvil, mapas,
etc.
Como suele pasar
en cada viaje, al final te das cuenta que te llevaste demasiado, pero bueno,
había espacio.
Para rematar,
francos suizos, medicinas, etc...
En cuanto al
alojamiento, hay diversidad de opiniones para los que van en moto por allí:
camping, sobre la marcha, reserva previa..... Yo preferí la reserva previa en
booking, pierdes la libertad de ir improvisando, pero también la intriga de al
final del día, ponerte a buscar, y a arriesgarte a algo que se te salga de
presupuesto. Conseguí buenos precios, sobre todo en los alojamientos franceses e
italianos. Las pernoctaciones en Suiza estaban mas
caras.
En cuanto a la moto,
me pilló a media revisión, y me iba a tocar en pleno viaje. Así que le hice una
preventiva de cambio de aceite, cambio de goma trasera (la de delante parecía
que tenía cuerda para rato), y listo.
Tras una semana
haciendo y deshaciendo equipaje, intentando optimizar todo, llegó el día.
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